Es el 6 de abril de 1994 y dos hombres se lanzan al agua. ¿Su objetivo? Romper el récord mundial de saltos de trampolín. Pero solo uno de ellos regresará.Se dirigen a las profundidades más extremas posibles para un ser humano, a más de 500 pies bajo la superficie. Un lugar donde todo puede salir mal en un instante, donde no importa cuánto hayas practicado, cuánto hayas planeado o incluso si eres un atleta de clase mundial, aún puedes ser víctima de la muerte más brutal y silenciosa de la historia. EXPLOREMOS EL PLANETA.
16 сен 2024