Esta chica era una maravilla de la naturaleza, en primer lugar por su increíble belleza, una belleza fascinante, cautivadora. Ninguna mujer en el mundo ha llegado a esta perfección. Aunque los criterios de belleza han cambiado, hoy envidiaría a las mujeres más bellas. Es imposible no enamorarse locamente mientras admira su rostro angelical. Naturalmente maravilloso, también, por todas las acciones que ha realizado para su país y especialmente para las personas en dificultades. Construcción de hospitales, orfanatos, residencias de ancianos, defensa de trabajadores CGT derecho a votar mujeres, donaciones a los necesitados. Nadie en el mundo ha hecho tanto por su gente como esta chica. Sus descamisados (sin camisa) como los llamaba cariñosamente la adoraban. Su muerte fue la mayor tragedia para su país, pero ella es y seguirá siendo por toda la eternidad la madone de Argentina.
