La verdad que repele el feminismo | Mujer para la gloria de Dios 

Te comparto mi testimonio hermana, espero que sea de aliento. Yo soy profesional, Licenciada en Administración, tuve por varios años (7 en total) la oportunidad de ejercer mi profesión como administradora en un concesionario Nissan. El puesto era prácticamente el más alto en la empresa exceptuando el gerente general y dueño que era la única persona con autoridad sobre mi y ganaba acorde al puesto con dinero extra en ventas al Estado peruano, es decir, bastante bien. Como verás para el mundo estaba "realizada". Para ese entonces yo venía de un divorcio, con una hija de mi primer matrimonio. Recibí al Señor como mi Salvador Personal al reencontrarme con un antiguo amigo, fiel creyente a quién ya conocía desde que tenía 17 años, quien ahora es mi esposo. Nos casamos, tuvimos 2 niños, con diferencia de edad de casi 3 años. Al casarnos, él aceptó a mi hija de 6 años como propia y la educó y crío junto conmigo como más que un padre. Ambos trabajábamos y teníamos buenos ingresos, pero la doble función que cumplía no me permitía disfrutar de ninguna de mis etapas, ni profesional, ni como esposa o madre sino que me cargaba de un estrés tremendo y físicamente las migrañas, o emocionalmente la frustración y el mal humor eran algo cotidiano. Cuando la ideología de género llegó a mi país, y los textos escolares llegaban llenos de referencias a la sexualidad trastocada, incluso para niños, mi esposo y yo decidimos que yo dejaría de trabajar para encargarme de ellos y hacer escuela en casa. Al comienzo fue difícil ya que estaba acostumbrada a otro nivel de vida y nuestros ingresos de redujeron a la mitad o menos (yo ganaba más por el dinero adicional en ventas), estar todo el día en casa, sin trabajar me parecía (y aún a mi mamá, le parece) un desperdicio de mi capacidad intelectual por la cual, modestia aparte, he sido reconocida desde pequeña en el colegio, en la universidad y en el ámbito laboral. ¿A qué va esto hermana? El Señor ha hecho su obra conmigo. He entendido y ahora me gozo de poder decir: "Yo enseñé a mis hijos en casa" Uno está en 1er año de secundaria, y el mayor en 3ro de secundaria. Yo le enseñé a leer al menor, a ambos les enseñé operaciones básicas a más complicadas, matemáticamente, diversas cosas de cultura general, geografía, historia y sobre todo y más importante que todo ello: Tengo la oportunidad de influenciar sobre ellos enseñándoles de Jesús, todos los días, con Su Palabra, con el ejemplo, exhortando e instruyendo a mis hijos en el camino del Señor. Toda la capacidad y aprendizaje que tuve, todo fue formado por Dios para ese propósito y a pesar que muchos podrían decir (y dicen, como mis hermanos que no son creyentes y mi mamá que es inmadura en la fe) qué no lograrían ellos con mi intelecto, yo no echo de menos los logros profesionales, me siento realizada siendo esposa y madre y el Señor ha sido fiel, sustentado a nuestra familia sin que nada nos falte. Ánimo hermana, del Señor viene la recompensa, nuestro trabajo no es en vano ni en su obra, ni en sus planes para nuestra vida.

Cuánta sabiduría hay en tu vida. Gloria a Dios!!

Realmente todos nuestros programas están dirigidos a las mujeres de todas las edades ya sean solteras o por ejemplo esta serie es más frecuente en no casadas, ansiedad, depresión, control…