Summary
En la legendaria ciudad de la Atlántida, un joven herrero llamado Antares sueña con ser arquitecto, mientras su amiga Nyssa, una curandera, ofrece remedios en el bullicioso mercado. Keron, un navegante, se prepara para explorar nuevas tierras, y Cymede, una talentosa músico, llena las calles con su música. La Atlántida, rica en tecnología y cultura, es un símbolo de la humanidad y sus aspiraciones, recordando su extraordinaria cotidianidad.
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En un rincón del océano Atlántico, sumergida bajo las olas azules, yacía la legendaria ciudad de la Atlántida.
Esta majestuosa ciudad, según los relatos de Platón, estaba llena de esplendor y maravillas tecnológicas que sobrepasaban la imaginación de los antiguos griegos.
En una de sus calles de mármol, Antares, un joven herrero, comenzaba su jornada en la forja.
Su martillo forjaba con destreza metales desconocidos en la superficie, creando herramientas que facilitarían la vida diaria de los atlanteanos.
Antares siempre soñaba con convertirse en un arquitecto para diseñar los famosos templos cubiertos de oro y plata que hacían brillar la ciudad al sol.
Cerca, en el mercado central, Nyssa, una curandera, ofrecía hierbas curativas y pociones a los ciudadanos.
El mercado estaba lleno de comerciantes que vendían desde especias hasta artefactos provenientes de sus colonias en tierras lejanas.
Nyssa también trataba a los enfermos y heridos con conocimientos médicos avanzados que habían sido transmitidos por generaciones.
Mientras tanto, en el puerto, Keron, un navegante, se preparaba para zarpar en una de las embarcaciones atlanteanas que pronto partiría en una misión de exploración.
Las imponentes naves de Atlántida eran famosas por ser rápidas y resistentes.
Keron aspiraba a descubrir nuevas tierras y quizás responder el eterno misterio de la creó Atlántida.
Al caer la tarde, las calles de la Atlántida se llenaban de luces.
Los ciudadanos disfrutaban de sus innovaciones tecnológicas, tales como el sistema de agua corriente y los caminos pavimentados que hacían de la ciudad un lugar sin parangón.
Cymede, una talentosa músico, deleitaba con su arpa en la plaza principal, mientras niños y adultos se reunían a su alrededor para escuchar sus melodías armoniosas que resonaban entre los templos y jardines.
Atlántida no solo era una ciudad avanzada en tecnología, sino también rica en cultura y conocimiento.
Los sabios se reunían en el gran salón de la sabiduría para discutir filosofía, astronomía y matemáticas.
16 окт 2024
