Una mesa sin comida también sirve para alimentar el alma. Explicación narrativa del ritmo de las panaderas por Mayalde en la plaza de Galinduste 26 de jullio 2016.
Que maravilla! y que lastimita de que se pierden las costumbres. En mi tierra, las niñas en verano cuando el calor de las arenas abrasivas empieza a aflojar, se juntan en grupito al rededor de una garrafa vacía, tocan, cantan y vailan. Ahora esto forma parte del pasado que espero que algún día vuelva.
A la entrada de Oviedo y a la salida hay una panadera, cuánto me mira. Ay, qué panadera. Ay qué panaderilla, el alma me lleva. Esa panaderilla tiene tres nombres: Jugadora, Borracha y Amiga de hombres. Ay, qué panadera. Ay qué panaderilla, el alma me lleva. Esa panaderilla me ofrece un bollo, por no verle la cara se lo perdono. Ay, qué panadera. Ay qué panaderilla, el alma me lleva. Dime, panaderilla, cómo va el trato. La harina va subiendo y el pan barato Ay, qué panadera. Ay qué panaderilla, el alma me lleva.
Maravilloso...!!!! Lo único que anda sobrando, diría yo, son los micrófonos pegados a la boca..., que hacen que se sature todo y no se entienda el sonido natural... Antes no hacían ninguna falta...
Curioso. Otras versiones que he escuchado y cantado de Las Panaderas, no hablaban de panaderas borrachas y amigas de hombres, sino que eran cantadas por las propias panaderas mientras estaban en la labor y hablaban de eso, de pan y de harina.