Don Emilio Lledó, hombre sabio y sencillo como el que más. Lo recuerdo con especial afecto en uno de los Coloquios Cervantinos de Guanajuato. Gracias desde Durango, México.
Qué belleza moral! El maestro que enseña la esperanza y la ilusión. Cómo brilla nuestro idioma en voces así, en espíritus como el de don Emilio Lledó. Nuevamente saludos desde Durango, México.