El primer viaje de Mastropiero a los Estados Unidos había sido anterior a su experiencia cinematográfica ya relatada. En Nueva York vivía desde pequeño Harold Mastropiero, hermano gemelo de asombroso parecido con Johann Sebastian. Los mellizos Mastropiero, Johann Sebastian y Harold, sabían muy poco el uno del otro. Johann Sebastian tenia noticias de que su hermano pertenecía a la mafia y éste conocía la música de Johann Sebastian. Ambos estaban indignadisimos. Decidido a reconciliarse, Johann Sebastian se embarcó rumbo a Nueva York. Cuando el vapor estaba llegando a puerto, Johann Sebastian, acodado en cubierta, comento con el capitán: “Jamás me hubiera imaginado así a Nueva York”. “Tiene razón, señor, - le contestó el capitán.- Estamos llegando a las Canarias”. Unos días más tarde, el barco llegó, efectivamente, a la ciudad de Nueva York, y los mellizos Mastropiero se encontraron. Se reconocieron de inmediato. El parecido era tan notable que, durante toda la estadía de Johann Sebastian, los guardaespaldas de Harold no sabían a quien proteger, el mayordomo de Harold no sabía a quien atender y la mujer de Harold... Se llamaba Margaret...
Harold Mastropiero explotaba un sórdido local en el que funcionaban un cabaret clandestino, un salón de juegos prohibidos y un centro de apuestas ilegales. Pero, en realidad, su local era solo una pantalla… para ocultar la verdadera fuente de sus fabulosos ingresos. En los fondos funcionaba un almacén. Johann Sebastian compuso varias piezas de music hall que fueron estrenadas en el cabaret clandestino de su hermano Harold. Escucharemos a continuación una de ellas. La denominada "Lazy Daisy"
4 окт 2024