Muchas veces, vemos las historias de los grandes narcotraficantes de este país, pero pocas veces tenemos la oportunidad de escuchar la voz de las personas que están directamente involucradas en las operaciones del narcotráfico.
Mientras trabajaba en una agencia de modelos, Lili, motivada por su deseo de salir adelante y conseguir una vida llena de lujos y viajes, descubrió una forma "fácil" de generar dinero: transportando droga en sus maletas.
Solo le bastaron tres viajes a Colombia para entender cómo operaba este mundo y, junto a su entonces pareja, decidió dar el siguiente paso: reclutar a mujeres jóvenes para introducir drogas en México, mientras ella se encargaba de gestionar los pasaportes y los viajes de las "mulas".
A año y medio de haber iniciado su operación delictiva, una de las mujeres que había enviado fue detenida. Eso la llevó a dejar atrás esa vida, reubicarse y retomar un trabajo lícito. Sin embargo, el pasado la alcanzó cuando, cinco años después de su última operación ilegal, fue detenida por miembros de la AFI y trasladada a la ahora extinta SIEDO.
Su calvario apenas comenzaba. Como parte de la estrategia de comunicación del gobierno, fue presentada ante los medios como una de las criminales más buscadas. "La Reina de la Heroína", "La Reina del Sur" y "La Reina del Narco" fueron algunos de los apodos mediáticos que recibió, junto con una sentencia de más de 30 años. Ha pisado un sinfín de centros federales, siendo testigo de los abusos que se viven dentro de ellos, especialmente hacia las mujeres y las poblaciones vulnerables.
Hoy Juana Lilia, ha encontrado consuelo en la religión, a través de la cual también conoció a su nuevo esposo, un hombre que estuvo privado de la libertad y que fue liberado hace seis años.
11 мар 2024
