Cómo cristianos, entendemos que Dios unge a los creyentes con su Espíritu en dos momentos de su vida: al inicio de la vida cristiana, en una obra que no se detendrá de ahí en más, en la que el Consolador nos convencerá de pecado, justicia y de juicio (Si oyereis hoy su voz... Hebreos 3:15) y llamamos esta unción inicial "la lluvia temprana". Hacia el final de dicho proceso, cuando estamos listos para ser llenos del Espíritu, y comenzar a obrar Dios por nuestro intermedio, recibimos la llamada "lluvia tardía". Históricamente, también podremos verificar dichos derramamientos del Espíritu de Dios: La lluvia temprana, también conocida como lluvia de otoño, vino sobre la Iglesia en el Pentecostés, y marcó el momento del inicio de la "siembra" del mensaje de Dios en la tierra; y la lluvia tardía, o lluvia de primavera, marcará la etapa final de la Iglesia de Cristo en este mundo, y no será menor en su manifestación de poder, de lo que fue la lluvia temprana. Grandes portentos seguirán a la Iglesia en todas partes, lo que dará el ímpetu final para terminar la predicación del Evangelio. Y además, esta lluvia tardía, marcará simbólicamente la etapa de "maduración del grano" y se unirá a la imagen del ángel con una hoz en su mano al que se le da la orden de segar la tierra (Entonces salió del templo otro ángel clamando a gran voz al que estaba sentado en la nube: Mete tu hoz y siega, porque la hora de segar ha llegado, pues la mies de la tierra está madura. Apocalipsis 14:15), todo lo cual es indicio de la inminente venida de Jesús a la Tierra.
Lo notable de la reflexión de Bullón es esto: que muchos cristianos oramos pidiendo este derramamiento del Espíritu, la Lluvia Tardía... para terminar en el mundo la predicación del Mensaje de Dios... en circunstancias, que muchos de los que piden tal cosa, no han recibido o están refrenando aún la acción del Espíritu en sus vidas, la Lluvia Temprana, por medio de no escuchar su voz, y no querer dejarnos convencer de nuestros pecados.
La Biblia es clara: No contenderá mi Espíritu con el hombre para siempre, dijo el Señor. (Génesis 6:3).
Escuchemos el mensaje del Siervo Bullón y compartámoslo. Es de suma importancia para este tiempo
27 авг 2024