Los druidas, sabios celtas, veneraban los solsticios y equinoccios como momentos sagrados que marcaban cambios estacionales. Celebraban festivales para honrar estos eventos, reconociendo su influencia en la agricultura y la renovación de la tierra. Para ellos, estos rituales simbolizaban el ciclo de vida, muerte y renacimiento, reflejando su profunda conexión con la naturaleza.
3 окт 2024