Vaya temazo por sevillanas que nos dejaron estos monstruos de mi tierra. Siempre Marismeños y su obra se resume perfectamente con este temazo. Viva Andalucía!
No puedo nada más que decir: ¡Impresionante! con que gusto se ha hecho esta sevillana, donde se refleja el sentimiento andalucía, y escucharla lejos de nuestra tierra más. Las escucho con los ojos vidriosos.-
Escuchando esta maravilla de sevillanas,nos damos cuenta la suerte que tenemos de ser andaluces y de sentirla en nuestros corazones. Gracias Dios mio por permitirme nacer en Andalucia
OCHO VENTANAS I Desde mi ventana no se ve el Guadalquivir, no se ve el Guadalquivir Desde mi ventana no se ve el Guadalquivir, ni al Cachorro por Triana Ni a la Virgen por San Gil. Ni tampoco se ve la mezquita que se duerme a la luz de atardecer Ni a la luna por el puente de San Rafael. ¡Ay, si mi casa tuviera ocho ventanas que dieran a la luz de la alegría para mirar cuando quiera a un rincón de Andalucía! II ----------- Desde mi ventana no se ven Darro y Genil, no se ven Darro y Genil. Desde mi ventana no se ven Darro y Genil, ni asomándose a la Alhambra, a Sacromonte y Albaicín. Ni tampoco se ve el Cabezo y santuario, ni los campos de Jaén que de olivos centenarios verdean su piel. ¡Ay, si mi casa tuviera ocho ventanas que dieran a la luz de la alegría para mirar cuando quiera a un rincón de Andalucía! --------- III Desde mi ventana Gibralfaro no se ve, Gibralfaro no se ve. Desde mi ventana Gibralfaro no se ve, ni la noche que se baña desde el Palo hasta el Pechel. Ni tampoco se ve el desierto de Almería, ni la Rambla de Belén, ni la luz de la bahía cuando cae el atardecer. ¡Ay, si mi casa tuviera ocho ventanas que dieran a la luz de la alegría para mirar cuando quiera a un rincón de Andalucía! ------------------------- IV Desde mi ventana no se ve morir el mar, no se ve morir el mar. Desde mi ventana no se ve morir el mar en las playas gaditanas con rumor de carnaval. Ni tampoco se ve a mi Huelva marinera, la del Tinto y el Odiel, ni a mi gente rociera cuidando la fe. ¡Ay, si mi casa tuviera ocho ventanas que dieran a la luz de la alegría para mirar cuando quiera a un rincón de Andalucía! ¡¡¡OLE!!!