Rubén y Gustavo Rojo llegaron a México de la mano de su hermana Pituka de Foronda para hacer cine en su época resplandeciente. Trabajaron al lado de las más fulgurantes figuras y viajaron por el mundo filmando películas.
Su porte y gallardía les abrieron las puertas en todos los foros y también de los corazones de las más hermosas mujeres que conquistaban.
Los Rojo dejaron huella a través de su arte escénico heredado de su madre, la poetisa Mercedes Pinto y sembraron semilla fértil para sus famosos descendientes.
11 июл 2024