Más de 20.000 personas se han dado cita en Hellín este ‘Miércoles Santo’ tiñendo de negro el Rabal, la Plaza del Ayuntamiento y la Calle El Sol, tocando al unísono con sus tambores el toque más característico; el ‘Racataplá’.
Depende!!!! Hay que estar allí, vivir allí, criarse allí, mamar la Semana Santa allí,...y entonces entender que lo importante no es el pañuelo. Esta tamborada es sinónimo de libertad, cada casa, cada familia,...lo lleva cómo lo siente. No en plan borreguico.