Hola 🙂 En mi caso particular, me gusta mucho trabajar con ranuradas porque encuentro que la belleza de la piedra queda descubierta y libre por completo. Noto que a veces, trabajar con capuchones, me esconde, con algunas, ciertos matices y dibujos de la piedra y siento que no me llegan a lucir en todo su esplendor. Si una piedra en cuestión está sin ranura, pero resulta que tiene el grosor suficiente y no tiene fracturas internas que la vayan a romper cuando les pase el disco diamantado, le hago una ranura. Si no, prefiero no arriesgarme a dañarla. De todas formas, hago uso por igual de ambos formatos. Que una piedra no tenga ranura, o sea imposible hacerla, no es ningún problema si me gusta de verdad y tengo ganas de trabajarla. Por otro lado, muchas gracias por tu trabajo y por tu dedicación, te sigo desde hace algún tiempo y para mí eres un verdadero MAESTRO (Sí, con mayúsculas). Saludos amigo✨
Muy buena descripción de las piedras con ranura , pero no tengo objeción de no trabajarlas ,son por algunas razones más de cuidado y detalle , si son trabajadas con un engaste se mantiene la piedra más protegida y no se daña fácilmente , el riesgo de la ranura es que en una caída se pueda quebrar , cada forma tiene su pro y contra pero en mis años de trabajo he notado que cuidar los detalles es lo más importante . Así que ya cada uno elige como trabaja.
Acabo de comprarme dos ópalos hermosos y vienen con ranura. La vdd sería la primera vez que tejo algo y me da pendiente no apretar suficiente el tejido y que mi ópalo se caiga. Le ha pasado a alguien?