Yo quisiera, respetuosamente, y saliéndo del tema pero cuestionándolo en el retorno, que Martín Kohan pueda desarrollar este concepto para nosotros explicando como, en un mundo más allá de la lógica del mercado, es posible defender la existencia de Israel -país existente gracias al colonialismo inglés- así como el aislamiento del pueblo palestino que se sufre ya por décadas su falta de derechos, el derrumbe de casas con bulldozers, el hostigamiento a niños -todo esto, por nombrar hechos anteriores al 7 de octubre- y condenar a su vez «el mal gusto», la «falta de maneras» mediante la cual, por citar a Norman Finkelstein, el cautivo se rebela del captor. O cómo la postura contraria puede llamarse «antisemitismo» y no «antisionismo». ¿No son las buenas maneras un privilegio blanco, como blanco es el color de israel en medio de Medio Oriente? ¿qué posturas tenemos con el propio privilegio, queremos universarlizarlo? ¿no es eso naturalizar la propia forma de violencia? Recordemos el apoyo de Milei, a qué parte del conflicto está dirigido y por qué.