Siempre fue difícil la lectura de la realidad. Sin embargo, en otros
siglos era más fácil distinguir el sistema de represión que caía sobre las clases sociales desfavorecidas. Los campesinos distinguían,
fácilmente, a sus caciques. Los obreros conocían a sus patrones y
las riquezas que generaban. El mismo ciudadano era consciente
de las políticas públicas que sólo beneficiaban a unos cuantos.
Hoy el trabajo es más complejo; los medios de comunicación distraen a las personas con cosas superfluas. Además, con la pandemia, las prácticas de manipulación se incrementaron y el resultado es caótico. Como resultado de estos escenarios, las personas no identifican por qué trabajan, a quién beneficia, dónde terminan sus esfuerzos o por qué no han logrado una movilidad social.
Las transnacionales, los medios, la política, más las pérdidas de los
derechos, más el racismo, más el clasismo, junto con lo que se ha
llamado bullshit jobs (David Graeber), provocan que la lectura de
la realidad esté cargada de dolor, sumergida en un humo denso
que casi lo ciega todo.
Por ello, es necesario generar pequeños ejercicios para fomentar el pensamiento crítico necesario para la lectura de la realidad.
A continuación, compartimos uno de ellos que ha sido probado
por la Dirección General de Materiales Educativos en múltiples
asambleas por todo el país.
El ejercicio inicia con la siguiente lectura en voz alta por parte
de un guía que irá conduciendo la discusión.
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/ @alex-duve
#AlexDuve
6 сен 2024