Jesús está dando su último discurso público y parece que Mateo nos narra su última enseñanza pública como una condenación a la hipocresía religiosa, que tiene consecuencias eternas para aquellos que siguen esa enseñanza. Él usa siete ayes para referirse a la condenación que ellos recibirán por haber ocupado una posición de liderazgo que no les correspondía, y no solo eso, sino que la habían utilizado para corromper y para adquirir un beneficio personal.
Esta enseñanza nos lleva a meditar en la enseñanza y la vida de aquellos que están delante de la congregación, y debemos considerar nuestras intenciones para ocupar una posición de autoridad en la congregación. El Señor busca que seamos líderes puros y santos en la búsqueda del bien mayor para el pueblo de Dios y la salvación para aquellos que necesitan al Salvador.
Como iglesia, debemos buscar la santidad y saber que señalar el pecado es una parte primordial en este propósito. Saber que la pureza individual nos llevará a una pureza colectiva. El deseo de Dios es que podamos ser la luz que el mundo necesita.
Ps. Daniel Gómez
23 сен 2024