Se llama Mesón Casa Pedro aunque bien podría denominarse la casa del lechazo. En este restaurante, ubicado en la localidad vallisoletana de Herrera de Duero, se asa -probablemente- el mejor lechazo churro de la zona. El plato estrella de la cocina castellana que no puede faltar en cualquier banquete que se precie.
¿Pero cuál es el secreto? “El secreto es la materia prima”. Lo tiene muy claro Jesús Calvo, el maestro asador de restaurante Mesón Casa Pedro. “Solo trabajamos con lechazos de calidad, todos ellos IGP. No hacemos milagros: si en el horno metemos un lechazo de mala calidad no lo podremos hacer bueno. Si es de buena calidad, podremos mejorarlo”.
Casi tres décadas dedicándose a este manjar, por el que Valladolid es conocida fuera de nuestras fronteras, ha hecho de este lugar un auténtico templo donde degustar el mejor producto. Además, en Mesón Casa Pedro el horno es el de toda la vida, de leña, lo que le aporta al lechazo un sabor inconfundible. “Hay que estar muy pendiente de la temperatura del horno. Si está muy bajo nos e asá y por el contrario si la temperatura es muy alta lo achicharraríamos”, explica Jesús Calvo.
Sal, agua y la temperatura correcta. No hay más. Bueno sí, la mano del asador que hace que el resultado final sea de campeonato. “Muchos vienen preguntando que sí tenemos cordero, yo les digo que no. Cordero no, lechazo sí”, recalca el cocinero. “Es nuestro buque insignia, el plato estrella”, concluye Jesús Calvo, antes de dar el último toque a un buen cuarto. A comer, la mesa ya está puesta.
31 июл 2014