Una voz que tiene un marcado acento boricua que fusiona su plasticidad lírica campesina para conjugar el montuno y los fraseos del piano, las trompetas y el saxo barítono que logra inspiran para cuajarlos con un bravo juego de conversaciones entre el montuno en clave adelantada del piano sabrosón y cadencioso que progresivamente se faja mambos y frases con un saxo libre que termina por entretejer