Parte 2 - Capitulo 5
¡Una buena asamblea, que no tiene lugar, y una mala asamblea, que sí tiene lugar!
La #gran #hora había pasado.
Había pasado y no había venido ninguno de los invitados. Precisamente aquellos adultos a quienes más importaba apenas se habían dado cuenta de la #manifestación de los niños.
Así que todo había sido en vano.
El #sol ya se acercaba al #horizonte y se ponía, grande y rojo, en un mar de nubes. Sus rayos sólo rozaban los escalones superiores del viejo #anfiteatro, en el que los niños sentados, esperaban desde hacía horas. No se oía ya ninguna charla. Todos estaban tristes y callados.
Las sombras se alargaban con rapidez, pronto sería de noche. Los #niños empezaban a tiritar, porque hacía fresco. Una campana, a lo lejos, sonó ocho veces. Ya no cabía duda de que todo había sido un gran fracaso.
Los primeros niños se levantaron y se fueron en silencio, otros los siguieron. Nadie decía una palabra. La decepción era demasiado grande. Finalmente, Paolo se acercó a Momo y le dijo:
-No vale la pena seguir esperando, #Momo. Ya no vendrá nadie. Buenas noches, Momo.
Y se fue. Entonces se acercó a ella Blanco y le dijo:
-No hay nada que hacer. No podemos contar ya con los adultos, ya lo hemos visto. Yo siempre había desconfiado un tanto, pero ahora! no quiero saber nada más de ellos.
También se fue, y otros le siguieron.
Por fin, cuando ya se hizo oscuro, hasta los últimos niños perdieron la esperanza y se marcharon. Momo se quedó sola con Beppo y #Gigi.
Al cabo de un rato se levantó también el viejo barrendero.
-¿También te vas? -preguntó Momo.
-Tengo que irme -contestó Beppo-, tengo horas extras.
-¿De noche?
-Sí; como cosa excepcional nos envían a descargar basura. Tengo que ir allí.
-Pero si es #domingo. Y, además, nunca antes te han hecho hacer eso.
-No, pero ahora nos mandan hacerlo excepcionalmente, dicen. Porque si no, no consiguen acabar. Falta de personal y todo eso.
-Lástima -dijo Momo-; hoy me habría gustado que te quedaras conmigo.
-A mí tampoco me gusta tener que irme ahora -dijo #Beppo-. Hasta mañana.
Montó en su bicicleta #chirriante y desapareció en la oscuridad.
Gigi silbaba una melodía melancólica. Sabía #silbar muy bien y Momo le escuchaba. Pero de repente se interrumpió.
-¡Si yo también tengo que irme! -dijo-. Hoy es domingo, y tengo que hacer de vigilante nocturno. ¿Te había dicho ya, que ésta es mi última #profesión? Casi me había olvidado.
#loscaballeerosdegris
6 окт 2024