Aunque el plan ya estaba más o menos claro, Jonatan me había confiado el trazado a detalle del que sería oficialmente nuestro primer viaje compartido.
La ruta estaba pensada para hacerse en 18 días, con no más de 4 horas de viaje por día. y con máximo 2 noches por destino, además debía de tener un poco de montaña, tierra, pero sobre todo, mucho mar y playa.
El primer boceto me condujo en automático por los Santanderes, un lugar al que le guardo especial afecto por sus paisajes y su gente, la fiel representación de lo que W. Davis llamó una tierra de cariños y colores, sin embargo, rápidamente fui seducido por la idea de atravesar toda la línea costera colombiana del caribe, desde el golfo del Urabá, hasta la península de La Guajira.
Ahora, mientras escribo esto me entero de que fue el destino, Dios, Alá, o el guionista como diría Charly, quien estaba alineando todos los astros para que nuestra primera parada fuera en Mutatá, la puerta al Urabá, el Río de piedras.
Allí nos esperó Gabriel Ballesteros (+57 314 6922808) oriundo de Rionegro, pero mutatense de pura cepa, quien fue nuestro guía y nos dio el mejor recibimiento para comenzar uno de los viajes que más atesoro.
22 июл 2023