“No cesaremos de buscar y al final del camino, nos encontraremos de nuevo donde partimos y conoceremos el lugar por primera vez”
T. S. Elliot
La vida es un viaje de retorno. El ego tras darse cuenta de que es imposible saciar su vacío creando “estados compensatorios”, termina por emprender un viaje “espiritual” en busca de respuestas. Un último viaje quizá impulsado por su necesidad desesperada de apurar hasta el último cartucho en su intento por subsistir a su inevitable mortalidad. Allí nace el vacío, la vacuidad que a su vez es plenitud. La búsqueda se detiene y todo toma otro cariz.
Ana María Schlüter Rodés es maestra Zen. Durante las guerras civil y mundial vivió en Alemania. En 1949 vuelve a Barcelona y a los veintitrés años ingresa en el instituto religioso, de origen holandés, denominado “Mujeres de Betania”. Se doctora en Filosofía y Letras con una tesis en torno a la pregunta “¿Por qué unos ven y otros miran y no ven?”.
A partir de 1975 entra en contacto con el Zen y hace su primer sesshin con el jesuita y maestro zen Hugo Enomiya-Lassalle. En 1979 va por vez primera al Japón, a Shinmeikutsu, al centro de Enomiya-Lassalle para después formarse en el Zendo de Kamakura. En septiembre de 1985 recibe es nombrada maestra zen. En 1986 funda con sus discípulos el centro zen “Zendo Betania” en Brihuega (Guadalajara). Allí reside desde entonces acompañando a muchas personas a encontrar sus raíces más profundas.
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7 июн 2023
