Santa Teresa de Calcuta, ante la gran cantidad de problemas que afrontaba con frecuencia y en medio de un acelerado ritmo de vida, inventó una manera de invocar la intercesión de la Virgen María a la que nombró “Novena al vuelo”.
Monseñor Leo Maasburg, amigo y consejero espiritual de la Santa, explica en su libro Madre Teresa de Calcuta: Un retrato personal, que esta era “su rápida arma espiritual”.
Particularmente, las novenas se realizan nueve días y son bastante comunes entre la Congregación de las Misioneras de la Caridad. Sin embargo, este rezo promovido por la Madre Teresa consistía en recitar diez Memorares en un solo día.
Monseñor Maasburg explicó que la Madre Teresa siempre oraba diez Memorares porque “daba la colaboración de los cielos tanto por sentado, que siempre añadía un décimo Memorare de inmediato, en acción de gracias por el favor recibido”.
Esta “Novena al vuelo”, para casos de emergencia, tiene en común con las novenas de nueve días, nueve semanas e incluso con las de nueve meses: la confianza de la ayuda divina, como hicieron los apóstoles junto con María, la madre de Jesús, algunas mujeres y familiares (Hechos 1:14), a la espera del Espíritu Santo prometido.
La Madre Teresa utilizaba esta oración constantemente para pedir por la curación de un niño enfermo, antes de conversaciones importantes, cuando los pasaportes desaparecían, para solicitar la ayuda celestial cuando las provisiones se acababan, etc.
El Padre Brian Kolodiejchuk, postulador de la causa de canonización de la Madre Teresa, señaló en una ocasión que la Santa enseñaba que “el Memorares expresa de manera efectiva su confianza en el poder de la intercesión de María como mediadora de todas las gracias”.
“Fluye desde el amor y la confianza que tenía en María; era una forma sencilla de presentarle sus peticiones. La rápida respuesta que recibía era su inspiración para recurrir a la Madre del Cielo cada vez con mayor confianza a través de las palabras del Memorare”, añadió.
13 мар 2024