soldado, internate en el monte y no te bajes hasta que el te bendiga. y una vez recibido la sabiduria, estudia y ensaya mucho, que alli está el camino para que te perfecciones. Yo lo he buscado en los montes y le he llorado a mares, diciendole: Bendiceme también a mí padre mío ¿no tienes más que una sola bendición? bendiceme a mí padre mío y te servire y cantaré todos los días de mi vida. y fui ensayando dia a dia con paciencia y fe y perseverancia hasta que lo he alcanzado ¡gloria a Dios!