Una canción para conectar con la divinidad, pensando en que somos hijos de Dios a su imagen, es una esperanza imaginar sus ojos de niño y abuelo que con amor nos mira desde el cielo esperando que recordemos que tenemos todo dentro de nosotros para estar bien. Es también una mirada hacia adentro de nosotros mismos y nos invita a reconciliarnos y tener compasión de nuestro proceso y todo aquello por lo que estemos atravesando en este caminar. Un abrazo queridos amigos. Recordemos que los ojos son el espejo del alma.
Quiero agradecer a una tarde soleada que nos presto el bello territorio de Pance, a las faldas de los farallones de Cali, en mi departamento del valle del cauca. También agradecer el lente atento y generoso de mis amigos mexicanos (Lupita y Fabio) que me acompañaron en esta aventura, no sin olvidar el tambor de mi amigo Robert a quien admiro y respeto; también a él gracias por la edición de este video.
13 июн 2024
