Hoy nos deja físicamente uno de los más grandes exponentes de la literatura peruana. Descansa en paz Oswaldo Reynoso, siempre te recordaremos en las interminables, enriquecedoras y divertidas tertulias literarias, políticas y bohémicas que tuvimos cuando visitabas Tacna. Hasta luego compañero de utopías sociales y culturales, sigues viviendo en tus impresionantes historias. Hace muchos años ya habías burlado la muerte escribiendo.
Reynoso fue vilipendiado por la crítica de turno y lo condenaron por sus cuentos Los Inocentes. Pidieron que le quitaran su titulo profesional de pedagogo. Uno de los críticos fue José Miguel Oviedo, mi profesor en La Católica.