Las "noches de los gritos" que tuvieron lugar durante las apariciones de Garabandal fueron inolvidables. Se les dio también el título de "hora de tinieblas". Pero no son tinieblas para aquel que las acoge como una llamada a la conversión y que deja que las palabras de los relatos de esas noches vayan acompañadas por estas otras: "Yo, vuestra Madre, estáre siempre contigo y con todos mis hijos".
6 окт 2024