Las personas que odian las mentiras suelen sufrir más porque se niegan aceptar la realidad de que las mentiras ocurren y la implicacion de que las relaciones humanas son imperfectas, lo cual les genera miedo.
Cuando alguien les miente, se rompe esa visión idealizada del mundo o de las relaciones, y esto puede generar varios conflictos internos.
Algunas razones por las que les cuesta lograr esa reconciliación son:
1. Valores rígidos y principios firmes: Si valoran la honestidad de manera absoluta, cualquier engaño puede sentirse como una violación de sus principios fundamentales. Esta rigidez moral les impide manejar las mentiras, lo que dificulta la reconciliación.
2. Alta inversión emocional: Estas personas suelen depositar mucha confianza y afecto en sus relaciones, por lo que una mentira puede sentirse como un golpe más profundo a su estabilidad emocional. La traición es dolorosa porque va contra la imagen que tienen de sí mismas como personas que merecen sinceridad y respeto.
3. Idealización de las relaciones: Al tener expectativas altas o idealizadas, como esperar que todos actúen con la misma transparencia que ellos, cualquier falla en ese ideal se percibe como una gran desilusión. No logran entender por qué otros no actúan conforme a ese estándar, lo que agrava el conflicto interno.
4. Dificultad para aceptar la imperfección: Para muchas personas que odian las mentiras, admitir que la gente es imperfecta y que las mentiras pueden ocurrir por múltiples razones (miedo, inseguridad, conveniencia) es algo muy difícil de aceptar. Se enfrentan a una lucha interna entre el deseo de que el mundo sea justo y perfecto, y la realidad de que no siempre lo es.
En resumen, esta dificultad para reconciliar las expectativas con la realidad proviene de un conflicto entre ideales internos y la imperfección natural del mundo y las relaciones humanas.
19 сен 2024