Jamás escuché decirle a Sevilla versos tan bellos y preciosos y definirla como lo hace este hombre jamas .......don Antonio magnífico!!! Gracias por darnos y escuchar de tu boca semejante joya.
Regresa a mí, “Primavera” al alba de una mañana, vestida, ven de “mariana” que mi corazón te espera. Camina junto a mi vera, con la cabeza bien alta, porque, tu fulgor resalta, -toda mi sevillanía-. Sé bálsamo a mi agonía, ay, porque tú, me haces falta… Dos años, llevo sin ti, -toda una eternidad- dame pues tu claridad, mas, viértela sobre mí. Esa luz, que yo perdí, la que tanto necesito para mi santo distrito, que, ansioso y en viva llama, todo cofrade reclama, con su fe, y en puro grito… No demores tu llegada, -ven como nunca has venido- trae tu flor y tu nido, mas, con tu luna argentada. Ven con tu nueva alborada y alegra los corazones, pues rebosan de pasiones como torrentes bravíos. Ay, corazones vacíos, de cirios y procesiones… Dos años, sin yo tenerte, dos años, sin tu fragancia, dos años, sin tu constancia, dos años, qué mala suerte… Dos años, de tiempo inerte, dos años, de puro llanto, dos años, sin jueves santo, dos años, sin nazarenos, dos años, sin ver estrenos, dos años, sin verde manto… Dos años, sin Macarena, dos años, sin Candelaria, dos años, sin luminaria, dos años, llenos de pena. Dos años, sin luna llena, dos años, sin contemplanza, dos años, en la balanza, dos años, sin Gran Poder, dos años, sin tu querer, dos años, sin la Esperanza… Dos años, sin ver “maderos” dos años, sin bambalinas, dos años, sin clavelinas, dos años, sin costaleros. Dos años, sin ver romeros, dos años, sin una silla, dos años, sin ver mantilla, dos años, sin ver a un Cristo dos años, que yo no he visto yo, que me llamo… ¡Sevilla! 21 de Enero, 2022. Pedro acal.
Jose Piñero Pulido ¡Sal, muchacha, sal y mira...! Se llama Primavera y viene preguntando por ti... Hay una niña encendida esperándote a la puerta; más te vale estar despierta al darle la bienvenida. Porque viene convencida de que la luz que le brilla se originó en la semilla que en tu vientre se criara. Además..., tiene en su cara tu misma cara, Sevilla.
"Yo no digo que ella sea la almáciga de la luz, el relámpago andaluz donde el azul se recrea. Digo que cuando pasea, todo a su paso se aclara. Digo que el día se para para copiarle su huella. Digo que la llamo a ella y la Luz vuelve la cara. Yo no digo que ella tenga lo que ninguna otra tiene. Digo que si alguna viene a compararse, que venga. Que aunque el mundo le sostenga pulso de gloria, ella calla. Digo que aunque no la ensaya, la gloria le viene al pelo. Digo que se prueba un cielo y siempre es el de su talla. No digo que sus reflejos den la hermosura perfecta. Digo que es la predilecta del cristal de los espejos. De cerca, como de lejos, ¡qué gloria reconocerte! No quiero tener más suerte que el aire que te respiro, muchacha, porque te miro y no me canso de verte. ¡Levántate, muchacha; abre la ventana; asómate… Echa a andar… Goza el cielo que se agacha para tenerte más cerca; goza la luz que te cerca para tu gloria, muchacha. Dios en persona despacha marzo -¿quién da más aquí? Tengo que llegar allí donde tu nombre es mi abrigo, que la gloria que te digo yo no la entiendo sin ti. ¡Sal, muchacha, sal y mira…! Se llama Primavera y viene preguntando por ti… Hay una niña encendida esperándote a la puerta; más te vale estar despierta al darle la bienvenida. Porque viene convencida de que la luz que le brilla se originó en la semilla que en tu vientre se criara. Además…, tiene en su cara tu misma cara, Sevilla." -Antonio García Barbeito