Gracias Rita por proporcionarme tantas herramientas, que me posibilita ubicarme en una cosmovisión de ideas y emociones de temas tan sentidos y esenciales. Un abrazo desde Medellín - Colombia.
Interesantes planteamientos: El fenómeno social de la pandemia como laboratorio de conflictos de la convivencia real en el interior de la casa y el exterior virtualizado. La ausencia del cuerpo: el distanciamiento físico y social, la presencia virtual; la mirada telescópica donde uno ataca al otro y puede eliminarlo de su horizonte como en una situación de guerra, lo que ofrece un placer omnipotente y narcisista. Obliga a sopesar qué nos hace falta, qué es lo indispensable, y cuáles no extrañamos, la situación es un gran experimento sobre la ausencia del cuerpo y la informalidad del comportamiento. como compensamos la ausencia del cuerpo con la informalidad. La necesidad productivista se agudiza, hay una avalancha de exigencias; muy poca consideración sobre la calidad del ocio y prevalece lo productivista. Es otra forma de estar en el tiempo reproductivo pero no se respeta el tiempo del otro, por otro lado se abre el portal de la Memoria, se hace prensente; la violencia de los encierros, la casa cerrada en la que hay tres generaciones viviendo se vuelve insoportable y el espacio se hace pequeño, la mujer pierde control de ese espacio doméstico que de manera natural lo ha ordenado, la casa-adentro es un espacio político, un politicidad que tiene que ver la protección y gestión de la vida, el encierro frustra a los hombres porque pierden la capacidad de la muda entre el espacio interior y exterior, el otro es la convivencia obligada, esto dentro de el entorno urbano. En el entorno rural y periférico el papel de la mujer es más fuerte porque es la Sujeta encargada de la supervivencia.
