Oh Dios, cuyo Hijo unigénito nos mereció con su vida, muerte y resurrección, el premio de la vida eterna; te rogamos nos concedas que, meditando estos misterios en el Rosario, imitemos los ejemplos que contienen y consigamos los premios que prometen. Por Jesucristo nuestro Señor. R. Amén
10 июл 2024