Una obra de arte... sobre todo si tenemos en cuenta que actúan frente a un inmenso cementerio de personas sentadas en su mesa/mausoleo, y que los únicos que mueven el esqueleto son los propios músicos y los camareros que cruzan con prisa para atender las peticiones de los clientes. Y sin embargo, Rubén y los músicos dejando lo mejor de sí, imaginando que ahí abajo hay cientos de miles de latinos de barrio poseídos por su magia sabrosona...
Esta pieza es relativamente nueva y ya cuenta con ésta hermosa versión en vivo, mas sin embargo nunca he tenido el placer de oír en vivo joyas un poco más viejas como "Ella", por ejemplo...