En este afán de recorrer todo el territorio de nuestra República Argentina, a su paso voy descubriendo rincones dorados... de esos que te sorprenden !
Armé mi mochila y partí hacia el Sudoeste de la Provincia de Buenos Aires, hasta llegar a un pequeño pueblo llamado Saldungaray.
Allí la paz es absoluta. Sus calles emanan serenidad y regalan aromas silvestres. En Saldungaray no existen los semáforos, ni los edificios.. y mucho menos las aglomeraciones. Sus apenas 1.500 habitantes viven inmersos en una paz total.
Al recorrer sus calles, me llamo la atención ver bicicletas sin candado apoyadas en las paredes, ver niñas de 10 años de edad aproximadamente jugando solas sin la presencia de sus padres, observar como la gente cenaba en la vereda con la puerta de su casa abierta... y algo muy típico de pueblo: allí todos se conocen...todos le dedican un saludo al otro al cruzarse o al entrar a "De Pasada"; el único bodegón del pueblo.
Su entorno natural es sencillamente fabuloso. Para donde mires vas a divisar a lo lejos las elevaciones de los cordones de las Sierras de la Ventana y de las Sierras de Pillahuincó, que conforman un amplio valle. Por si fuera poco, bordeando el pueblo, corre el bellísimo "Río Sauce
Grande". Tomarse unos minutos para recorrer su ribera en las horas ocres del atardecer, les aseguro que es una experiencia digna de ser vivida. A muy pocos kilómetros de Saldungaray, se encuentran
además las villas turísticas de Sierra de la Ventana y Villa Ventana, lo que convierte a este pueblo en un destino aún mas atractivo.
Pero lo lindo de Saldungaray es que conjuga "naturaleza" con "historia". En una de sus entradas, sobre la Ruta Provincial 72, se encuentra un símbolo del pueblo: su Cementerio Municipal. Su fastuosa e imponente fachada construida en el año 1938, es una de las obras mas sobresalientes del famoso arquitecto italiano "Francisco Salamone". Internándonos aún mas en el centro del pueblo, vamos a poder toparnos con mas construcciones de este genial artista, como ser la
Delegación Municipal en una de las esquinas de su Plaza Central (que a su vez también fue diseñada por Salamone) o un viejo Mercado a pocas cuadras de la plaza.
Sobre el Río Sauce Grande, en la parte Norte, se alzan los restos del llamado "Fortín Pavón", otro patrimonio histórico del pueblo. Los fortines en la Provincia de Buenos Aires, fueron asentamientos militares fortificados, levantados durante el Siglo 19, cuya función era proteger a los habitantes blancos que se establecieran en los alrededores y proteger también el ganado y las caballadas de los ataques de los pueblos originarios.
Para completar mi recorrida en el pueblo, me fuí a conocer la "Bodega Saldungaray". Un emprendimiento familiar que arrancó en el año 2003, que demuestra que la producción de vinos ya no es exclusividad
de la zona de cuyo o inclusive del Sur o del Norte de nuestro país. También pude visitar su vieja "Estación de Ferrocarril", la cual lamentablemente ya no recibe trenes de pasajeros.
Como broche de oro y para redondear este inolvidable viaje, me tomé una tarde para ir hasta la vecina "Sierra de la Ventana" y ascender su lindante "Cerro Ceferino" desde donde pude obtener unas panorámicas de novela de todo el Valle...
Historia y Naturaleza, todo junto en un mismo lugar... en uno de esos rinconcitos poco conocidos de
nuestra Argentina...
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11 окт 2024
