Majestuoso y refinado, el Palacio Grande de Peterhof, cuya fachada se extiende de 300 metros a lo largo de la terraza en la costa del Mar Baltico , es la dominante en la composición de la residencia veraniega en Peterhof, uniendo los parques Alto y Bajo en un solo conjunto artístico. "Extendiendo alas" sobre el espectáculo de agua de la Gran Cascada, une y forma a su alrededor un sistema armonioso de paseos, pabellones y fuentes.
El palacio se formó durante casi un siglo y medio. En la época de Pedro el Grande, su fundador, era un edificio no muy grande, de dos pisos, que servia para recepciones y asambleas del zar Pedro.
La idea de la ubicación y diseño original del palacio perteneció al propio Pedro I, las ideas del emperador fueron realizadas por los arquitectos destacados de su época - I.F. Braunstein , J.-B. Leblon y N. Michetti. En 1732, se agregaron dos galerías al palacio según el diseño de M. Zemtsov, pero el palacio de este tamaño modesto ya no correspondía al esplendor y el lujo de la corte rusa de la época.
Esta fue la razón de su reconstrucción, realizada por F.B. Rastrelli , el arquitecto favorito de la emperatriz Isabel I (Elizabeth Petrovna, hija de Pedro I) El arquitecto tuvo que llevar a cabo una tarea difícil, no solo crear la perla del barroco isabelino, sino también integrar el viejo Palacio de Pedro en su nuevo entorno.
Rastrelli cumplió con la tarea brillantemente, como siempre. El Palacio adquirió uno mas piso, su espacio central se aumentó bastante gracias a la construcción de dos alas de las galerías laterales, completadas por los edificios simétricos de la Iglesia y el Cuerpo bajo el escudo. Los interiores del palacio, creados por el arquitecto Rastrelli, pasmaban con su lujo fabuloso. Las salas y salones estaban decoradas con tallado dorado, los espejos creaban la impresión de perspectivas infinitas y aumentaban visualmente el espacio interior. El gabinete de roble de Pedro I, conservado por Rastrelli, se convirtió en una reliquia colocada en el magnífico marco del nuevo palacio.
En los años 60-70 del siglo XVIII, el esplendor barroco pasó de moda, y los interiores del palacio comenzaron a tomar otras formas, de acuerdo con el nuevo estilo: clásico. En esta ípoca el elemento principal de la decoración son las composiciones de estuco, creando la impresión de nobleza, simplicidad y sofisticación del gusto artístico. Por orden de la emperatriz Catalina II, el arquitecto Yu.M. Felten rediseñó el comedor Blanco, la Sala del trono y el Chesmensky, y el arquitectoJ.-B. Wallen-Delamot creó dos armarios chinos siguiendo la moda de chinoiseri.
El Palacio Grande de Peterhof durante mucho tiempo ha sido el centro de la vida veraniega de la corte rusa. Aquí se celebraban fiestas, recepciones, bailes y disfraces, con presencia de casi tres mil invitados. Se casaban en la iglesia de la corte, bautizaban niños y conmemoraban las victorias militares.
Durante la Gran Guerra Patria (Segunda Guerra Mundial 1941-45), el Palacio fue quemado y explotado por los nacis. Parecía imposible levantarlo de las ruinas. Sin embargo, gracias a los esfuerzos de los restauradores soviéticos, ya en mayo de 1964, se abrieron los primeros salones renacidos. Y hoy, los visitantes tendrán un viaje fascinante a través de un palacio mágico lleno de objetos de arte decorativo y aplicado, muebles magníficos y excelentes obras de escultura y pintura. Bienvenidos!
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Mi video sobre las fuentes de Petergoff
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21 окт 2019
