Que historia tan conmovedora, debemos orar por Korea, parece que siguen igual, nosotros de este lado tenemos la opción de hablar su palabra con libertad y no lo hacemos por negligencia o tibieza, debemos despertar, este es un ejemplo de un hermano valiente, seamos valientes y prediquemos la palabra.
En cambio, nosotros somos ciudadanos del cielo, donde vive el Señor Jesucristo, y esperamos con mucho anhelo que él regrese como nuestro Salvador. (Filipenses 3:20)
Quizás Dios está permitiendo que nuevamente lo veamos por el mensaje que tiene, o ya estamos dando la vida por predicar la palabra o vemos este episodio como una simple caricatura, va más allá que éso , id y predicad el evangelio a toda criatura, es una orden de Dios, perdóname , debemos verla varias veces hasta aprender el mensaje.