Shabat 134,deferencia rabínica.
Continuando con una discusión en curso sobre la circuncisión, la página de hoy pasa a la cuestión de varios remedios que uno puede usar para tratar una herida de circuncisión en Shabat. En el curso de estos argumentos halájicos se nos ofrece, como sucede a veces en el Talmud, una letanía de información médica. Pero si te sientes aprensivo, no te preocupes, ese no será nuestro enfoque hoy. En su lugar, vamos a traer a primer plano dos historias de la página de hoy, ambas superficialmente sobre tratamientos médicos en Shabat, pero también sobre mucho más.
Desde el principio, aprendemos que la mayoría de los rabinos sostienen que está prohibido mezclar vino con aceite para usarlo como remedio en Shabat (como, hemos aprendido, lo están muchas medicinas ). Pero el rabino Meir en realidad sostuvo que este remedio estaba permitido.
El rabino Shimon ben Elazar dijo: En una ocasión, el rabino Meir tuvo dolor intestinal en Shabat, y tratamos de mezclar vino y aceite para él como tratamiento y no nos permitió hacerlo.
Le dijimos: ¿Su declaración será negada en su vida?
Nos dijo: Aunque yo diga esto y mis compañeros digan aquello, en todos mis días nunca he sido tan presuntuoso como para violar las declaraciones de mis compañeros.
Era estricto consigo mismo, pero con todos los demás lo permitía.
El rabino Meir fue una de las mentes más brillantes de su generación, tan brillante que a veces sus decisiones no eran aceptadas simplemente porque sus colegas no podían seguir sus vertiginosos argumentos acrobáticos . Pero también era amable y generoso y estaba dispuesto a aprender de los demás, como vimos en su intercambio en el tratado Berakhot con su igualmente brillante esposa Beruriah . Aquí, aunque el rabino Meir sostuvo, en contra de sus colegas, que el aceite mezclado con vino podía usarse como remedio en Shabat, rechazó el tratamiento para sí mismo cuando la enfermedad atacó el día de descanso. Priorizó comunicar respeto por sus colegas sobre su propia comodidad física, aunque no la de los demás.
Más adelante en la página, los sabios debaten cuándo se puede lavar a un bebé después de la circuncisión. La mayoría sostiene que al tercer día después de la circuncisión, se puede lavar al bebé, incluso si es Shabat. Pero Rava es más indulgente, sosteniendo que uno puede lavar al bebé incluso el primer día después de la circuncisión, en caso de que ese día sea Shabat:
Cierta persona se presentó ante Rava para hacer una pregunta sobre el lavado de un bebé después de la circuncisión.
Rava gobernó de acuerdo con su propia decisión halájica.
Posteriormente, Rava se enfermó.
Él dijo: ¿Por qué me involucré en las opiniones de los mayores?
En este caso, Rava no cedió ante sus colegas, sino que dictaminó de acuerdo con su propia opinión. Al igual que la opinión del rabino Meir anterior, la opinión de Rava es más indulgente que la de sus colegas. Pero a diferencia del rabino Meir, su propia comodidad no está en juego en esta situación. El rabino Meir podría haber tomado la misma decisión que él (recuerde: permitió que otros usaran el remedio vino/aceite en Shabat). Sin embargo, Rava poco después contrae una enfermedad, que interpreta como un castigo divino por actuar en contra de las decisiones de sus propios colegas.
Ambas historias refuerzan la idea de que los rabinos, por muy brillantes que sean sus posiciones y derivaciones legales, deben deferir a sus colegas. En el caso del rabino Meir, esa deferencia fue voluntaria y se otorgó a sus expensas físicas. En el caso de Rava, fue el hecho de no hacerlo lo que causó su incomodidad.
4 июл 2024
