Me quedé sin voz, literalmente. Tanto "analógica", como "digital" -problemas de software o no sé qué diantres-. Me tragué el amplio guión científico y sesudo confeccionado a tal efecto durante meses, pero sin duda gané al realizar algo que jamás había hecho: Compartir imágenes con la música que siempre admiré y que me acompaña aún tras varias décadas. Probablemente esto dure poco en las Redes Sociales, precisamente por haberlo concluido de esta forma y por ser totalmente sincero. En cualquier caso, como admirador sempiterno del Maestro Lito Vitale, entiendo que también a él le complacerá disfrutar con su música de estos paisajes universales. Va pues por todos los amantes de la Música y de Natura, y que dure lo que determine la tolerancia y el afán sin lucro de quien escribe estas letras.
JJ Matamala
Marzo 2017
16 мар 2017