El Tajo de Los Molinos, o Tajo de Torró, según lo conocen en Teba, que se encuentra a poco más de tres kilómetros, es un desfiladero de trazado ligeramente curvo, perfecto en sus formas, que más parece obra de un ingeniero que de la madre naturaleza. En el cañón abundan las cuevas y cavidades, como consecuencia de la karstificación producida por las aguas del río de la Venta.
De estas cuevas, destaca la de las Palomas, que guarda en su interior restos arqueológicos. Al final de su recorrido nos encontramos con las ruinas de lo que fue, inicialmente, un molino harinero, que da nombre al Tajo; y después fue venta y le dio el nombre al arroyo que atraviesa el paraje.
15 сен 2024