CONTE Ebben, proviamo. Se i1 mio nome saper voi bramate, dal mio labbro il mio nome ascoltate. Io son Lindoro che fido v'adoro, che sposa vi bramo, che a nome vi chiamo, che a nome vi chiamo... Di voi sempre parlando così dall'aurora al tramonto del dì, dall'aurora al tramonto del dì. ROSINA Segui, o caro; deh, segui così. FIGARO Sentite. Ah! che vi pare? CONTE Oh, me felice! FIGARO Da bravo, a voi, seguite. CONTE L'amoroso e sincero Lindoro non può darvi, mia cara, un tesoro. Ricco non sono, ma un core vi dono, un'anima amante che fida e costante, che fida e costante, per voi sola sospira così dall'aurora al tramonto del dì, dall'aurora al tramonto del dì. CONDE Pero yo... FÍGARO ¡Oh, qué paciencia! CONDE Bien, probemos. (El Conde toma la guitarra y canta.) Si queréis saber mi nombre, de mis labios mi nombre escuchad. Yo soy Lindoro que fiel os adora, que como esposa os desea, que por vuestro nombre os llama que por vuestro nombre os llama... Que no hace más que hablar de vos desde la aurora hasta el ocaso del día, desde la aurora hasta el ocaso del día. ROSINA ¡Sigue, querido, por favor, sigue FÍGARO Oíd. ¡Ah! ¿Qué os parece? CONDE ¡Oh, qué feliz soy! FÍGARO Muy bien, vamos, seguid. CONDE El amoroso y sincero Lindoro no puede daros, amada mía, un tesoro. No soy rico, pero un corazón os doy, un alma amante, que fiel y constante, que fiel y constante, por vos sola suspira, desde la aurora hasta el ocaso del día, desde la aurora hasta el ocaso del día. ROSINA L'amorosa e sincera Rosina del suo core Lindo...
CONDE Bien, probemos. (El Conde toma la guitarra y canta.) Si queréis saber mi nombre, de mis labios mi nombre escuchad. Yo soy Lindoro que fiel os adora, que como esposa os desea, que por vuestro nombre os llama que por vuestro nombre os llama... Que no hace más que hablar de vos desde la aurora hasta el ocaso del día, desde la aurora hasta el ocaso del día. ROSINA ¡Sigue, querido, por favor, sigue FÍGARO Oíd. ¡Ah! ¿Qué os parece? CONDE ¡Oh, qué feliz soy! FÍGARO Muy bien, vamos, seguid. CONDE El amoroso y sincero Lindoro no puede daros, amada mía, un tesoro. No soy rico, pero un corazón os doy, un alma amante, que fiel y constante, que fiel y constante, por vos sola suspira, desde la aurora hasta el ocaso del día, desde la aurora hasta el ocaso del día