En este informe hacemos un poco de historia sobre el mítico Teatro Odeón de Corrientes y Esmeralda, demolido a comienzos de la década del 90 y te cuento algunos datos curiosos que involucran a Tita Merello y a Antonio Gasalla.
Que lejos estamos de los países que defienden su patrimonio cultural,cuántos edificios maravillosos como el Politeama o el Odeón ya no existen,dan ganas de llorar realmente.
Gracias Chelo por el informe. Una pena el cierre de teatros, templos de la cultura. En Montevideo sucede lo mismo y son sustituidos por super, iglesias o edificios. Saludos Gustavo desde Uruguay.
¡Qué gran informe! Triste, pero excelente. Además, gracias a in comentario me di cuenta que conocí el teatro ODEÓN, puesto que siendo chico, en 1978 (a mis 15 años), fui a ver Drácula de Sergio Renám. Gracias, Chelo!
Muy buen informe. Sin desperdicio. Quizá no sea lo mismo, pero me cansa ver que en la ciudad de Buenos Aires, se derriba tanta casa para hacer edificios de departamentos u oficinas.
MUCHAS GRACIAS, por dar a conocer a las nuevas generaciones la destrucciòn del patrimonio cultural edilicio (con el nombre de los responsables) que se realizò en nuestra Naciòn, Saludos,
@@chelomargal1 Gracias por los Saludos Chelo, tengo 66 años, vivo en CABA y a "esa lacra" la padecì y aùn padezco; igual que la padecen aquellos a los que nos preocupa è importa nuestra cultura; y no solo con la cultura, hasta la Richmond de Florida (no hace mucho) han destruido para poner un negocio de ventas de zapatillas. La ùltima vez que fui al Odeòn, vi la obra "El Gran Deschave" con Haydè Padilla y Federico Luppi. No quiero explayarme demasiado para que youtube no me censure el comentario, Gracias por tu trabajo, Saludos,
Alguien dijo "piensa mal y acertarás" y "otro alguien" dijo "piensa mal y te quedarás corto", cosa que en la Argentina se da puntualmente. En Derecho, cuando hay un crimen, desde la época de los romanos se piensa "¿a quién beneficia?", para encontrar al culpable; ergo cabe preguntarse, ¿en qué se benefició Grosso -y puede que algunos más [pienso "en línea ascendente"]- con la demolición del Odeón? (donde, como era de esperar, se construyo un edificio, que debe haber dejado una millonada -en dólares- a los constructores). Todo es posible en Corruptelia del Sur. JG.
Más allá de ser teatro era obra del arquitecto alemán Ferdinando Moog, que hizo hermosas construcciones en Buenos Aires, casi todas demolidas, como el Mercado Central de Frutos de Avellaneda o los depósitos de aduana en avenida Garay. Pero, el "siga siga" es muy típico a la hora de preservar patrimonio.
Es una pena muy grande que Buenos Aires hay perdido un emblema del teatro Argentino 😢 he tenido la suerte de asistir a muchas funciones del templo del teatro argentino como el teatro Odeon
Y los tremendas salas de cines qué se perdieron en Lavalle, la que más pena me dio fue el Atlas, por la inmensa pantalla y capacidad, así varias cosas, como el Gran Splendid q por lo menos esta conservado x la librería.
Recuerdo que una noche pasamos con Lolita Torres y su marido en el auto de ellos. Al ver Lolita las ruinas del Odeón lloró desconsoladamente. Una vergüenza lo que se hizo con el Odeón. Por no mencionar al Teatro Astros que lo redujeron a una pequeña sala luego de tirarlo abajo
BUENAS NOCHES CHELO QUERIDO! COMO SIEMPRE MUCHAS GRACIAS POR TODO LOQUE NOS OFRECES EN TUS VIDEOS.SIEMPRE ME EMOCIONAS CON ELLOS,AUNQUE HOY COMO DICE EL TANGO MELODÍA DE ARRABAL,SE ME PIANTA UN LAGRIMÓN,PERO DE TRISTEZA AL VER QUE HAY POLÍTICOS SIN ESCRÚPULOS QUE EN VEZ DE CONSERVAR LA HISTORIA,LA DERRIBAN SIN IMPORTARLES NADA O MEJOR DICHO,SOLO LES IMPORTAN SUS BENEFICIOS.AUNQUE RECONSTRUYAN LO DEMOLIDO TAL CUAL FUE EL ORIGINAL,NADA SERÁ IGUAL.UN ABRAZO FUERTE DESDE MADRID.
Mi querido amigo, viajando el año pasado por tu bello Madrid, mi querida amiga y anfitriona Jimena, me mostraba edificios históricos, que si bien por dentro habían sido modificados y lógicamente modernizados, por fuera mostraban su arquitectura original, no pude dejar de sentir mucha tristeza por los edificios derribados de mi Buenos Aires querido!