Muchísimas gracias por esta entrevista. Qué rico ver a Tomás González en la tan difícil labor de hablar sobre su arte. Gracias también al entrevistador. Pasé un muy grato momento al escucharlos conversar.
El entrevistador es bueno. Si Tomás González fuese mejor narrador, no tendría problema en expresarse. Imagino que querían un entrevistador al que no se le entendiera nada, para decir, "uy, qué genio".
Esto es muy difícil de entender. Veré si puedo elaborar un poco en ello. Bien, el ego es intrusivo, es un dictador que malogra la libertad de la creatividad. Escribiendo ocurre una expansión donde las imágenes, sensaciones, ideas llegan y se relacionan, para lo cual el deseo burdo de moldear todo eso fractura el resultado. Es más como una danza donde uno no está tenso, se suelta, admira lo que va pasando en ese campo. Lo que habría que hacer es dulcificar el ego para que él siga la cadencia de eso que quiere surgir. Los que meditan llegan a sentir que hay algo que busca expresarse, algo que no pertenece al yo, pero que sin embargo precisa de él, del yo, para hacerlo, como si fuera un traductor.
Tomás es lastimosamente entrevistado por gente que no puede manejar su obra, es por eso que se le escucha un poco enrredado. Aun así se adivina su genio con oírlo, claro que no hay nada como leerlo.
Ni enredadado, ni mal genio. Yo lo oigo y veo, tranquilo, claro, sincero y sonriente. Será que estamos acostumbrados a culebreros y a discursos postizos?
@@pilarlb5646 7 años desde ese comentario. No dije de mal genio, pero acepto que ahora veo la entrevista y la encuentro mucho más valiosa que cuando escribí eso a los 18 años. No creo estar acostumbrado a discursos culebreros o postizos, pero agradezco la respuesta, Pilar. Saludos.
@@sebastiancadavid8789 Gracias a ti Sebastián. Es cierto, no dijiste mal genio, lo siento, y qué bueno que no estas acostumbrado a ese tipo de discursos. Saludos.
No. Santiago Rivas es muy bueno. Mire no más otras entrevistas con Tomás González, y verá que es de los pocos entrevistadores que ha conseguido arrancarle algo medianamente interesante.
Hay otras entrevistas que le han hecho a Tomás González y son bastante interesantes. Es posible que no te guste el escritor, pero también hay que admitir que el entrevistador no logró tener una conexión con el autor que le permitiera un diálogo más fluido, más allá de si es bueno o malo en su oficio.
Las ideas que guían las preguntas de fondo del entrevistador son buenas. Lo reprochable, es que se le nota poco conocimiento de la obra en si del autor.