Desde el 23 de mayo, decenas de trabajadores subcontratados por Telefónica han asaltado pacíficamente el Mobile World Centre de Plaça Catalunya, en Barcelona, y permanecen encerrados allí para reclamar unas condiciones de trabajo dignas.
La poderosa multinacional Telefónica explota a estos técnicos instaladores con sueldos brutos de entre 500 y 700 euros al mes, por jornadas de trabajo infernales de hasta 12 horas, de lunes a domingos. En la práctica, estos trabajadores no tienen derechos y viven en un estado de semiesclavitud.
Mientras tanto César Alierta, presidente de la corporación, se embolsa mensualmente 558.300 euros brutos, y el resto de miembros del Consejo de Administración disfruta de unas retribuciones igualmente millonarias.
Resulta descorazonador darse cuenta de que muchos de los teléfonos móviles que se venden habitualmente en este centro de lujo ocupado ahora por los trabajadores, tienen un precio que duplica y triplica con holgura el salario de cualquiera de ellos.
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#ResistenciaMovistar
27 май 2015