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El 9 de julio de 1909 los barceloneses pudieron leer en los periódicos una noticia que traería mucha cola: en el Protectorado Marroquí, algunas tribus del Rif estaban atacando a súbditos españoles. Eran mineros y trabajadores que estaban tendiendo una línea de ferrocarril a través de dos empresas, La Sociedad Española de Minas del Rif (1908) y la Compañía del Norte Africano que prácticamente controlaban dos de las familias más ricas del país, los Romanones y los Güell.
El gobierno de Maura se vió obligado a movilizar a 40.000 reservistas del cupo de 1903 a 1907. Muchos de ellos ya habían hecho el servicio militar muchos ya eran padres de familia que no podían pagar los 6000 reales para librarse de ir al frente.
10 DE JULIO Se ordenó que las Brigada Mixta de Cataluña, Madrid y Campo de Gibraltar fuesen movilizadas. La brigada de Cataluña y los soldados reclutados iban a embarcar al día siguiente. Los agitadores socialistas y anarquistas habían convocado mítines y manifestaciones contra la guerra tanto en Madrid como en Barcelona, se presentaron en el puerto para impedir el embarque de las tropas gritando ¡abajo la guerra! ¡que vayan los ricos!
11 DE JULIO Zarpó hacia África la primera tanda de soldados transportados por buques propiedad del Marqués de Comillas.
12 DE JULIO Ese día se firmó el Real Decreto para llamar a filas a los reservistas necesarios. Los sectores republicanos, socialistas y anarquistas protestaron
14 DE JULIO embarcó el batallón de Cazadores de Barcelona, el día 15 el batallón de Mérida, el 16 el de Alba de Tormes y parte del batallón de Alfonso XII. El día 17 salieron los últimos.
18 DE JULIO DOMINGO El domingo el líder socialista Pablo Iglesias amenazó con una huelga general. En Barcelona la tensión social era evidente. Los reservistas del batallón de Reus acuartelados en Manresa, bajaron ramblas abajo gritando ¡Abajo la guerra!, ¡tirad los fusiles!, ¡Abajo Comillas!, ¡que vayan los frailes!.
Los ánimos se fueron caldeando conforme iban llegando al puerto donde rompieron las vallas que separaban a los civiles del vapor “Cataluña”· Los policías dispararon sus fusiles al aire. Para no caldear más la situación, los embarques se anularos provisionalmente…
19 DE JULIO LUNES El lunes la prensa recogía nuevamente malas noticias de Africa: más muertos en el monte Gurugú. Las protestas populares se extendieron a Bilbao, La Coruña, Valencia, Zaragoza y Madrid.
22 DE JULIO El gobernador civil de Barcelona, Angel Ossorio Gallardo prohibió las manifestaciones y reuniones.
25 DOMINGO El domingo Solidaritat Catalana convocó una reunión clandestina y los líderes socialistas, anarquistas y anarcosindicalistas decidieron convocar una huelga para el día siguiente.
26 DE JULIO El Capitán General de Cataluña Luis de Santiago declaró el estado de guerra y el gobernador civil Angel Ossorio Gallardo, gobernador civil de Barcelona mostró su total desacuerdo dimitiendo de su cargo.
Grupos de piquetes controlaban que ningún trabajador acudiese a su puesto de trabajo. El ambiente era el de una revolución y, por miedo y precaución, los patronos cerraron sus fábricas.
23- La manifestación estaba apoyada desde la prensa por El diario El Poble Català, órgano del Centre Nacionalista Republicà, sugiriendo a los descontentos llevar un lacito blanco en señal de protesta.
Barcelona quedó aislada y paralizada: se asaltaron las comunicaciones, pararon los tranvías, los ferrocarriles, se interrumpió el servicio eléctrico, telefónico y telegráfico. En Sabadell se incendió el ayuntamiento, se levantaron las vías del tren y hasta se proclamó la República Catalana. En Barcelona estaban ardieron 12 iglesias y 52 conventos.
La rebelión se fue extendiendo a los barrios periféricos industriales. En Gràcia, los huelguistas montaron 66 barricadas para enfrentarse a los soldados. En el Clot y Atarazanas y Pueblo Nuevo se asaltaron las comisarías y armerías para liberar a os detenidos, quemar las fichas policiales y hacerse con las armas de los funcionarios.
Curiosamente no se registraron ataques contra los patronos, sus fábricas o los bancos. La burguesía industrial respiró tranquila. No se tocaron ni fábricas ni el ayuntamiento ni los juzgados ni las prisiones…
La gran manifestación que bajaba por la Rambla hacia la Capitanía se transformó en insurrección se había extendido a otras comarcas. Los más viejos aún recordaban cuando el día de Santiago de 1835 los barceloneses perdieron la cabeza y quemaron los conventos de la Rambla... había vuelto la “Rosa de Foc”.
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10 дек 2021
