Un camino inesperado: ¿Qué tiene en común el Señor de los Anillos y el Evangelio? 

Pues menos orgullo y más humildad...

Tiene razón que no vea las películas que lea los libros, el Hollywood de ahora deforma todo...y Amazon lo hecho a perder completamente.

Diego Blanco da a entender precisamente eso, que ESDLA es una alegoría pero no burda, sino literaria e inteligente, ya que transmite la cosmovisión cristiana pero al mismo tiempo es una obra con entidad y personalidad, incluso independientemente de la alegoría.

@@TheBoinaman1 Tolkien dijo una y otra vez que la finalidad de su historia era entretener, disfrutar, conmover, y no enseñar, adoctrinar o aleccionar. Y la alegoría tiene ese matiz didáctico, de querer hacer una obra de tesis, lo cual es respetable y lícito, pero no es el espíritu de Tolkien. Y creo que todos debemos respetar las palabras de su autor, empezando por Diego Blanco.

@@ASP1632 Pero, en el momento en que la cosmovisión de ESDLA refleja el cristianismo de su autor, es también (además de una obra de pura ficción y entretenimiento) una alegoría. De hecho, todas las obras de ficción lo son. Tolkien era consciente de ello y así lo manifestó, dijo que los cuentos de hadas no sólo son cuentos, sino reflejos simbólicos. Además, resulta evidente leyendo ESDLA: el Dios bueno y creador junto al panteón del resto de dioses (seres angélicos), el dios (ángel) caído como origen del mal, la clara distinción entre bien y mal, la tentación del anillo... El sentido alegórico es obvio. Y ojo, esto no significa que todo lo que Blanco deduce en relación a dicha alegoría deba ser exacto o compartido. Sólo se puede pensar que ello hace a Tolkien un escritor segundón si se olvida que TODA obra posee un trasfondo más o menos alegórico (una cosmovisión que late detrás). Las obras de Nietzsche son también reflejo de una cosnovisión, muy opuesta a la de Tolkien, y sin embargo son literariamente muy buenas. Ambos aspectos forman parte de la obra de un autor, sin que el segundo disminuya la importancia del primero. La alegoría sólo empobrece el trabajo literario cuando es burda y propagandística, no cuando está sutilmente integrada en dicho trabajo, pudiendo éste disfrutarse y apreciarse al margen de lo alegórico.

Lo diré de otro modo: si uno piensa que George R. R. Martin o Arthur C. Clarke no están "adoctrinando" (transmitiendo una cosmovisión), es muy ingenuo.

@@TheBoinaman1 No es lo mismo alegoría que aplicabilidad. Tolkien escribió: «Creo que muchos confunden "aplicabilidad" con "alegoría"; pero la una reside en la libertad del lector, y la otra en la expresa voluntad de dominación del autor.»