La dehesa de encinas y alcornoques ocupa la mayor parte de los 174 kilómetros cuadrados de extensión que posee el término municipal de Cortegana, dibujando un paisaje ampliamente arbolado. El bosque caducifolio también se encuentra representado, predominando los castañares en zonas elevadas de umbría.
La vegetación potencial de bosque de ribera o bosque de galería, compuesto por chopos, álamos, fresnos, alisos y sauces, junto con matorral aluvial de juncos, adelfas y tamujos está representada en la ribera del Chanza o en el arroyo de Carabaña. Hasta aquí, el paisaje prototipo del Parque Natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche.
Pero en el término municipal de Cortegana existe una parte minera cuyo paisaje va cambiando a aires andevaleños, su comarca vecina y fronteriza, manteniendo aún una considerable altitud media.
Esta zona de Cortegana, la de la Faja Pirítica, es la que os vamos a mostrar en las imágenes, y más concretamente la población y parte del entorno de Valdelamusa.
Donde termina el Andévalo Minero y comienza el Parque Natural de Sierra Pelada y Rivera del Aserrador se encuentra Valdelamusa, una pedanía y población minera de algo más de 500 habitantes, perteneciente al municipio de Cortegana.
Y Valdelamusa sigue siendo lo que era, una barriada minera corteganesa cuyo núcleo rural se encuentra en un limbo administrativo, ya que aunque pertenece a Cortegana, debido a la diferencia kilométrica que la separa, casi 40 kilómetros, se sirve de la Mancomunidad de Municipios del Andévalo Minero.
Desde hace años la población valdelamuseña viene reclamando una Entidad Local Menor que pertenezca a Cortegana, pero que permita desarrollar un cierto grado de autonomía.
Unos dicen que Valdelamusa significa “el país de las musas”, y otros, bebiendo de la historia, lo relacionan con la conquista árabe de la Península Ibérica (siglo VIII d.C.): por el lugar de Valdelamusa pasó Musa ibn Nusayr durante la campaña de Sevilla y Mérida, considerándose los habitantes del lugar clientes o mawali de Musa.
En Valdelamusa se pueden ver antiguas minas como la de Confesionarios, que en breves fechas os la mostraremos, Aguas-Teñidas o Lomero-Poyatos.
Estas minas ya habían sido trabajadas en tiempos prehistóricos y especialmente en época romana, como atestiguan las herramientas, estructuras y escorias de hierro y cobre encontradas en estos yacimientos mineros.
Como dato curioso comentar que en todo el núcleo urbano de Valdelamusa, el Ayuntamiento de Cortegana no posee propiedades. El pueblo entero pertenece a la Sociedad Anónima Laboral de Piritas de Huelva, una heredera de la Societè Francaise de Pirites, que dio refugio a los trabajadores procedentes de las minas del entorno, Perrunal, Confesionarios, Lomero-Poyatos, El Carpio y San Telmo, cuando cerraron sus explotaciones. Así, Valdelamusa se convirtió a partir de 1886 en un campamento minero. A los mineros se les unieron los obreros empleados en la construcción del segundo tramo del ferrocarril que unía Zafra con Huelva.
La llegada de la Sociedad Francesa de Piritas de Huelva supuso un revulsivo para Valdelamusa, al instalar esta compañía sus oficinas y talleres centrales en la localidad. A esto se le une la creación de la línea ferroviaria Zafra-Huelva, inaugurada en 1886, que tanto estimuló la explotación de las minas.
En las imágenes del vuelo se puede apreciar la estación de Valdelamusa. Situada al sur del municipio, ha tenido hasta tres edificios de viajeros, todos ellos de aspecto funcional y planta baja. El edificio actual es de reciente construcción (siglo XX) y su fachada principal cuenta con un soportal formado por seis arcos de medio punto. Dispone de dos andenes.
La estación inicial fue abierta al tráfico el 23 de julio de 1886, con la apertura del tramo Huelva-Valdelamusa.
En las imágenes del núcleo de población de Valdelamusa se aprecia claramente el Casino Minero, plano, hermoso y abierto, con explanada grande que identifica y favorece el acceso, hecho para los obreros de la mina, que vivían en casas de una planta en su entorno.
Cuando la mina cerró, aquí y en toda la cuenca, los mineros quedaron condenados a emigrar o vivir de la pensión en sus antiguas casas. Y así sucedió, unos marcharon a Huelva, otros a Riotinto, Calañas..., a otros lugares en los que hubiese trabajo.
Pero las casas de siempre, las casas de los padres y abuelos, quedaron en su sitio, blancas y sencillas, rodeando al Casino, blanco y altivo.
Actualmente el turismo ha ganado muchos enteros en Valdelamusa. Es un lugar elegido por muchas familias de las ciudades para pasar allí unos días de recreo, especialmente en el tercer fin de semana de julio para disfrutar de la Velada, en honor de su patrona, la Virgen del Carmen, o a mediados de agosto, con su popular Verbena.
El amigo Ángel nos condujo por los caminos de Valdelamusa. Como siempre fue un día fantástico.
6 окт 2024