Muy poco se habla del grandísimo Vicente, y aún menos del maravilloso Rafael de Utrera. Nadie dijo que la vida fuese justa. Con ellos podría serlo mucho más, desde luego, porque son de otro mundo, y ambos, juntos, son pura magia.
Digno sucesor del maestro de maestros Paco.. diría que hoy día la técnica, velocidad y limpieza al ejecutar es equiparable a la de Paco , en la sensibilidad al componer tampoco se queda atrás Vicente y si hablamos de armonía.. ahí quizá Vicente le haya superado, ya que Vicente bebió e incorporó a su toque desde el principio esas armonías que Paco descubrió en el jazz.