Los refugios del Valle de Lanjarón y sus veredas obedecieron a un programa de repoblación forestal. Según se dice en el libro "Sierra Nevada, una gran historia", de Manuel Titos "lo pronunciado de la pendiente del río Lanjarón hacía que en épocas de deshielo y de intensas lluvias, los desbordamientos fueran frecuentes, arrasando cortijos y sembrados". Con este motivo se inició en 1929 la intervención en el valle: corrección del torrente, y proyecto de repoblación hasta las más altas cumbres, que durante 3 años consecutivos se intentó sin éxito.
En este contexto, se construyeron varios refugios (entre ellos el de Elorrieta, pero también el de Peñón Colorao, Caballo, Cerrillo Redondo, y Ventura), así como algunos viveros cerca de los mismos donde en verano vivían guardas encargados del riego.
El Refugio Elorrieta, construido a 3.197 m, toma su nombre del antiguo Director General de Montes, Don Octavio Elorrieta. Fue construido entre los años 1931 y 1933 bajo un ambicioso proyecto: contaba con un grupo electrógeno para su iluminación, calefacción e instalación de agua. Constructivamente hablando consta de dos partes, una exterior abovedada y otra excavada en la roca en donde existen varias cámaras y galerías. Años más tarde llegó a prestar servicio como puesto militar durante la guerra civil española y también como refugio de la Federación Andaluza de Montaña.
Desafortunadamente, el paso del tiempo, las inclemencias del clima de alta montaña (las fuertes ventiscas invernales, y grandes contrastes térmicos) y la mano del hombre lo han dejado en el lamentable estado en que se encuentra en la actualidad.
Para luchar contra su progresivo deterioro, el 11 de septiembre de 2011 Acción Sierra Nevada y MADIF realizaron una primera intervención con el objetivo de recuperar este emblemático refugio.
9 окт 2024