Hoy en día su uso no funciona ya que la gravedad ejercida por el brazo evita que el volante se frene, pero prácticamente se convirtió en un "certificado" de ingeniería relojera, demostrando que la marca que desarrolle un turbillon a alcanzado el máximo nivel de excelencia en la relojería mecánica
Muchos relojes incorporan este dispositivo por estética, pues el rendimiento obtenido casi no se aprecia. Y por supuesto, cuanto mas ligero sea, más eficiente.