Soy venezolano, Amo el estudio, la investigación y la enseñanza del Derecho romano, y quiero decirle a los chilenos, que tuvieron a uno de los más grandes romanistas latinoamericanos, y del mundo, de fines del siglo XX y de principios del siglo XXI. Su erudición ahora queda servida, para siempre, para las presentes y futuras generaciones. Honor perpetuo para lo que fue su vida y su obra científica.
Yo no soy abogado ni mucho menos,pero tuve el agrado de conocer por mucho tiempo a don alejandro.ya que fuí por mas de 10 años su jardinero en la casa que tenía acá en olmué,y mi padre mas o menos el mismo tiempo le trabajó acá en su casa.
Emocionante escuchar a todos estos ilustres profesores referirse a don Alejandro como el grande que era. Tuve la oportunidad de escuchar antes su reproche a la actitud de los alumnos de pregrado y creo que independiente de los valores en boga, queda reflexionar sobre este llamado de atención, como forma de respetar y hacer presente en la academia hacia el futuro, la figura de un gran maestro como el que ha partido. Que descanse en paz.
En Chile no nos sobran genios. Pretender con mezquindad aparentar elegancia es una tontera. Don Alejandro Guzmán Brito fue un genio. Que en paz descanse.
Muy triste por la pérdida de nuestro profesor en la antigua UCV, quizás el último Titán de la investigación jurídica, se va con él una época de mucha exigencia y rigor intelectual. Como olvidar cuando llegó a mi casa de Viña una carta standard donde decía que yo quedaba en Derecho allá, firmado por Alejandro Guzmán Brito. Tampoco olvidaré el día de la recepción a primer año donde él nos dijo, "no quiero que ustedes sean unos simples abogadillos sino que verdaderos juristas".
Cuando cursé Derecho Romano, EL manual que se erigía como referencia era el del profesor Alejandro Guzmán, por su rigor científico y profundidad en el tratamiento de las materias. Un honor haber tenido la oportunidad de aprender de sus lecciones, una gran pérdida para el país y para la Ciencia Jurídica en términos generales.
Un privilegio haber sido alumno del profesor Guzmán, quien siempre tuvo una gran consideración por sus alumnos. Siempre fue generoso en atender las consultas, incluso en los pasillos de la universidad. Descanse en paz maestro.
