Durante varios meses nos hemos dado a la tarea de entrevistar a niños y familiares a los cuáles les hemos cumplido algún sueño, quienes han expresado sus sentimientos y fatigas, pero también su energía, su vitalidad y optimismo.
A través de la comunicación con la familia y el soñador hemos obtenido respuestas favorables al cumplimiento del sueño, mostrando reacciones positivas en la salud del niño, así cómo la transformación de un entorno en donde se respira paz, armonía y tranquilidad para la familia.
“Resulta extraordinario comprobar que cumplir pequeños sueños o deseos, que consisten desde un juguete hasta conocer el mar, pueda desencadenar cambios, reacciones y estímulos sorprendentes que van más allá de las emociones inmediatas”.